3, 2, 1 MOTIVANDO!!!

La motivación en el trabajo debería ser un tema de interés para todo aquel que se considere un líder. Y no, no es un tema baladí: personalmente creo que es el aspecto más difícil de obtener dentro de un equipo, pero, sobretodo, de mantenerlo en el tiempo. Y es que la motivación varía notablemente de una persona a otra, en función de su habilidades y de sus intereses, así como de su capacidad y voluntad para crecer profesionalemente. Por tanto, mantener motivado a un equipo es todo un reto.

Cuando era pequeña, me gustaba andar por las nubes: me pasaba horas imaginando historias sobre cómo sería de mayor, en qué trabajaría, si tendría hijos, si sería alguien famoso,… Entre aquellas historias, recuerdo una con claridad. Una tarde de domingo, tenía que estudiar para un examen de Ciencias Sociales. Cogí el libro dispuesta a repasar la lección, pero mi mente comenzó a volar pensando que aquello no me iba a servir para mi futuro: y así empecé a imaginar cuál sería mi trabajo ideal. No sabría explicar en qué iría a consistir, si sería ingeniero, periodista o financiera, pero me veía en una mesa de despacho delimitada por tres paneles de madera, que estaban llenos de papeles. Cuando me visualizaba sentada en esa mesa de despacho, me sentía feliz, y transmitía esa felicidad a todos los que me rodeaban en ese trabajo.

Pues de esa historia obtuve un aprendizaje que interpreté muchos años más tarde: el trabajo debe ser un entorno feliz, y para conseguirlo, debemos ser capaces de encontrar en él una motivación duradera.

Si nos centramos en la definición de motivación de Patrice Roussel, vemos que la motivación es una característica de la psicología humana que contribuye al grado de compromiso de la persona: es un proceso que ocasiona, activa, orienta, dinamiza y mantiene el comportamiento de los individuos hacia la realización de objetivos esperados (P.R., La Motivation au Travail)

Pero, la motivación también tiene que ver con sentirse querido, respetado y reconocido. Tiene que ver con un entorno retador y adaptado a cada integrante de un equipo: lo que para una persona es un reto para otra puede suponer una desmotivación absoluta. Por ello, es importante adecuar estos retos en función de las capacidades, patrones de comportamiento y expectativas de cada individuo.

Todavía hay quien piensa que la motivación se soluciona a golpe de talonario. Pero muchos de nosotros sabemos que esas “motivaciones” tienen una vida muy corta. La compensación económica debe ir siempre acompañada de otros elementos para poder perdurar en el tiempo: plan de desarrollo, propuesta de fast-path, nuevos retos, o nuevas responsabilidades, entre otros.

¿Cómo podemos garantizar que la motivación está presente en cada uno de los integrantes del equipo?

1) La primera parte debería ser la fácil:

  • Cuidar y atender de manera individual a todos los miembros de un equipo.
  • Reconocer el trabajo bien hecho de manera contínua, no sólo una vez al año en la revisión de nuestro desempeño.
  • Proveer al individuo del soporte y orientación necesarias para su desarrollo
  • Crear un entorno de aprendizaje contínuo, yendo un paso más allá en las tareas encomendadas y fomentando la búsqueda de mejoras.

2) La segunda parte, quizás la más difícil de conseguir (pero no imposible):

  • Dedicar tiempo a conocer a cada individuo, de manera que se le puedan proponer retos adecuados en cada momento. Esto es una acción contínua en el tiempo ya que los colaboradores de un equipo van evolucionando, por tanto, sus retos deberían ser diferentes y más complejos conforme fueran creciendo.
  • Escuchar, escuchar y escuchar. Escuchar con cinco sentidos lo que nuestros colaboradores nos dicen, no sólo con palabras, sino también con la ausencia de las mismas (quizás donde más nos comunican)
  • Y, por último, (la parte que más me gusta) preocuparse por la parte emocional del individuo: estamos haciendo acciones para motivarlo, pero él ¿cómo se siente? ¿cómo lo percibe?

Sé que no desvelo nada nuevo, pero me gusta recordar cada año que la «motivación es la fuerza que nos mueve», y que «un empleado motivado es un empleado feliz y productivo».

Así que comienzo el año con mi reto más importante: la motivación del talento. ¿Alguien se apunta?

¡Feliz 2018!

 

 

 

 

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2 respuestas a “3, 2, 1 MOTIVANDO!!!”

  1. Me apunto! 😉
    En proyectos grandes donde se mueven elevadas cifras es complicado que los colaboradores no perciban que son un “número” más, con unos “checks” concretos en sus skills. Es importante darle más valor a todo esto, y más en un mundo tan frío como puede ser el del IT

  2. Si, es un buen reto para 2018, muy importante y difícil.
    Gracias por los consejos Pilar!
    Sobretodo para las dificultades que puedan surgir:
    * Equipos grandes… podemos empezar por unos pocos e ir apoyándonos en ellos para aumentar el círculo…
    * Proyectos largos… se puede intentar revisarlo periódicamente
    * El tiempo… necesitamos ese talent para gestionarlo!

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