PFT04 – Compro Inteligencia Emocional

“Una crisis es una oportunidad disfrazada”

Mario Alonso Puig

Durante estos últimos años, he tenido la oportunidad (gracias a mis hijos) de observar de cerca la educación que recibimos en los colegios, tan importante, tan vital, y sin embargo, tan poco valorada en algunas ocasiones. Y digo importante y vital porque es el maestro quien te inculca valores, comportamientos y rutinas (o al menos eso pretende). Esto unido a la educación recibida en casa será lo que haga de ti una persona de bien.

Por tanto, la opinión que me he formado sobre la educación en los colegios es muy positiva. Sin embargo, cuando año tras año, compro los libros de texto, siempre echo a faltar una asignatura muy importante, y que nos será extremadamente útil en toda nuestra vida: la Inteligencia Emocional (IE). Para no mentir, diré que he encontrado pinceladas de IE en los libros de Conocimiento del Medio de mi hijo pequeño, pero, ¿es esto suficiente? El término “Inteligencia Emocional” (IE) tan hablado en las últimas décadas, pero tan poco entendido y apenas aplicado, no conlleva la obtención de un cociente de inteligencia alto, o fomentar que seamos más estudiantes. La inteligencia emocional se centra en el “conocimiento de las emociones propias y ajenas, y en cómo gestionarlas de manera inteligente”, lo que obviamente nos puede ayudar a incrementar nuestro cociente de inteligencia,  entre otros muchos beneficios.

Cuando vemos a un niño de 3 años que se enfada y empieza a pegar a todo el que tiene alrededor, al tiempo que llora acaloradamente, es fácil interpretar esa actitud como que ”el niño tiene una pataleta”. Sin embargo, si queremos conseguir que el niño se calme deberemos comenzar por buscar y comprender las razones que le han llevado a ese estado. Y es que, como dijo el psicólogo Claude Steiner, “las emociones no son caprichosas, sino que se muestran como resultado de alguna causa”. Posiblemente la emoción de la rabia y el lloro viene como consecuencia de una falta de sueño. El niño no conoce sus emociones, y tampoco sabe gestionarlas, pero los padres pueden ayudarle a hacerlo.

Sin embargo, estas “pataletas” no son exclusivas de niños pequeños. Habitualmente podemos ver ejemplos adultos a nuestro alrededor, e incluso, en nosotros mismos. Y es que “quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Estas situaciones son las que te hacen ver que los adultos también deberíamos tener la asignatura de Inteligencia Emocional para vivir nuestro día a día.

Estas «pataletas» tienen que ver con el «secuestro de la amígdala». Cuando conocí esta teoría, reconozco que me cautivó: me hizo comprender comportamientos propios y ajenos, que no entendía por qué ocurrían. La amígdala es un conjunto de núcleos de neuronas ubicados en el sistema límbico de nuestro cerebro. Tiene una forma y tamaño muy pequeño, parecido a una almendra, sin embargo, juega un papel sumamente importante, ya que se encarga de crear y almacenar memorias asociadas a sucesos emocionales. Esto nos servirá de ruta de supervivencia porque la amígdala detectará los peligros o aquellas emociones que conectarán con esos sucesos almacenados, y rápidamente hará reaccionar a nuestro cerebro. Cuando esto ocurre, la amígdala tomará el control, por ello, otras partes del cerebro no funcionarán al 100%: esto ocurre cuando vemos que el cerebro no piensa con claridad. En muchas ocasiones estos “secuestros” no duran más allá de unos segundos, y casi al mismo tiempo que pasan ya nos estamos arrepintiendo. Ejemplos claros de estas situaciones son los ataques de ira.

¡Qué bueno sería tener unas píldoras que pudieras tomarte cuando prevés un secuestro amigdalar, o cualquier otra situación donde debes gestionar tus emociones antes de que se desbaraten! Te levantarías por la mañana, y antes de ir al trabajo pasarías por la farmacia y pedirías: ¡Póngame una caja de Inteligencia Emocional! Y con esta caja, «te pondrías el mundo por montera” y recogerías éxitos, buenos momentos con los amigos, interesantes negociaciones y un sinfín de cosas buenas. Sin embargo, no todos comprarían esas píldoras, y es que, mientras algunos nos desvivimos por gestionar nuestras emociones de manera consciente, otros parece que les viene de serie y las gestionan “sin despeinarse”. Podría ser útil también que estos gurús de la gestión emocional pudieran compartir una pequeña parte de su IE. Ya puedo visualizarlo en el apartado de anuncios por palabras…Captura de pantalla 2014-10-11 a la(s) 12.41.08

Contando que no podemos comprar la Inteligencia Emocional, intento centrarme en el origen de nuestra mala gestión de las emociones, y me pregunto por qué somos capaces de gestionar las emociones en una situación y somos incapaces de contenernos en otras. Hay innumerables estudios y estudiosos en el tema, por lo que no pretendo descubrir nada nuevo. En las situaciones que he vivido y las que he podido observar, he llegado a la conclusión que ya llegaron otros tiempo atrás: cuanto mayor es el grado de confianza, menor o más precaria es la gestión de las emociones. Si tenemos confianza con la persona que estamos, parece que no nos preocupa tanto gestionar nuestras emociones. Sin embargo, esto puede llevar a crear situaciones poco cómodas e incluso crear un daño irreparable en la confianza que la otra persona ha depositado en ti.

¿Cómo puedo aprender a gestionar mis emociones de una manera efectiva?
Esto no es un proceso de un sólo día, ni de un sólo paso: esto será un camino que te llevará a través de diferentes aprendizajes. Algunos recorrerán este camino solos, mientras que otros, optarán por el acompañamiento de un Coach.

Cualquiera que sea la opción que elijas, te propongo que el primer paso que des sea “conocer e identificar tus emociones” . Para ello, un buen ejercicio es el que nos propuso Laura Marí Barrajón en un programa formativo al que tuve la suerte de asistir. Ella sugería que hiciéramos un diario emocional, recogiendo qué emociones experimentábamos cada día. Fue interesante ver cómo al analizar los días, mi diario emocional se revelaba como una auténtica montaña rusa: alegría, tristeza, rabia, compasión, …

Un segundo paso podría ser la realización de algún test de IE para valorar cómo gestionas tus emociones en diferentes situaciones. En Internet podréis encontrar un sinfín de opciones. Aquí os dejo uno que a mi me resultó útil: http://www.helios3000.net/tests/eq.shtml

A partir de aquí, es interesante que, si todavía apuestas por este tema, te adentres en las lecturas de los grandes sabios en IE, comenzando, como no, por uno de sus precursores: Daniel Goleman, quien dividía la mente en dos partes: “por una parte, presentaba una mente racional donde se gestionan las capacidades lingüísticas, lógico-matemáticas, musicales, espaciales y corporales, que son todas ellas variables de medición del Cociente de Inteligencia. Por otro lado, la mente emocional donde se gestionarían las capacidades interpersonales e intrapersonales, y por tanto, las emociones.”

¡Que la Inteligencia Emocional te acompañe!

PillsforTalent

Bibliografía
Daniel Goleman. Inteligencia Emocional.
Claude Steiner. Los guiones que vivimos.
Mario Alonso Puig. Vivir es un asunto urgente.
Elsa Punset. Brújula para navegantes emocionales

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Una respuesta a “PFT04 – Compro Inteligencia Emocional”

  1. Debe ser muy complicado tener un control absoluto de las emociones en las diferentes situaciones que la vida te pone delante. Si es posible conseguirlo, ¡yo también compro!
    Buen artículo

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